Junto a los caballeros y damas antiguas de la época, San Miguel compartió con todos los colaboradores de las oficinas de Urbana un desayuno bien nacional, donde los pastelitos y los churros fueron los protagonistas. En las oficinas de San Miguel la fiesta siguió, y disfrutaron en equipo de un almuerzo de empanadas y golosinas argentinas. Una jornada digna para conmemorar nuestra independencia. ¡Viva la patria!